Los Lunes del tiple
maestro
Néstor Cáceres Aponte
La historia de la tertulia de los Lunes del Tiple es anecdótica y simple. La idea que generó su fundación es la idea que tiene todo músico con ganas de escuchar a otros músicos: sentarse a escucharlos.
Los temores de un pasado que anunciaban la extinción de las músicas de tradición folclórica en los tiempos globales sencillamente desaparecieron, pues en la insistencia de los músicos y el paso de los años, nacieron puñados de niños de gran talento emocionados con estas músicas, saltaron a la luz conmovedores nuevos públicos interesados en el pasado musical y se abrieron las puertas del folclore, entre otras razones, por la importancia que el mundo le dio a las músicas locales con el nacimiento de políticas y contextos musicales como el de las músicas del mundo, la etnomusicología y las preservación del pasado de los pueblos.
“ Entre artistas te has de ver ”
“ Entre artistas te has de ver ”
La llegada al siglo XXI trajo consigo un importante interés de consolidar los espacios de la música folclórica tradicional en Santander, creándose, a nivel local y regional, festivales de música andina, programas de radio de difusión especializada, espacios informativos del instrumento en televisión, museos del tiple y, en suma, espacios de alcance varlado para la presentación de obras musicales, nuevos intérpretes y de discos.
Los Lunes del Tiple fue una de esas iniciativas. Nació con la escuela de cuerdas Siempreviva El Tiple, creada a mediados del año 2003, y el 9 de septiembre del mismo año comenzaron las tertulias, originalmente sin patrocinios y como iniciativa espontánea. La cercanía a distintas generaciones de intérpretes de la música popular regional por parte de su director, el maestro Néstor Cáceres Aponte, vinculado a la enseñanza folclórica desde los años ochenta, favoreció la regularidad de estos encuentros semanales ininterrumpidos.
En la tarima del escenario de Fusader han desfilado no sólo intérpretes del tiple y la música andina, sino músicos alrededor de géneros afines como el bolero y la danza, e incluso géneros aparentemente lejanos, como la ópera, el canto gregoriano, la música popular extranjera y el tango. Se han dado conferencias especializadas o divulgativas acerca de la Importancia de la música como arte, y el marco de encuentro ha servido también para ejercicios lúdicos y recreativos con poblaciones de bajos recursos económicos, con niños y adultos mayores.
Con más de 300 encuentros, el evento semanal ha recibido el apoyo consolidado de los entes de cultura nacionales y regionales y ha acopiado una generosa memoria con los años. Pero lo más significativo de los Lunes del Tiple es su público. Semana tras semana, una buena cantidad de asiduos asistentes no faltaron a una cita que consideraban vital en el inicio de cada uno de sus ciclos semanales, y por ello, los amantes de la música han permitido que la escuela de cuerdas se haya convertido en un espacio artístico, escénico y cultural, es decir, en un programa de la Fundación.