EDITORIAL #43

Por: Luis Álvaro Mejía

Uno de los sectores económicos que se viene consolidando en el país, es el Uagropecuario. En abril de este año 2024, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), se registró un crecimiento de la economía nacional del 5.5 %, comparado con el mismo mes del año 2023. En este repunte de la economía el sector agropecuario jugó un importante papel, al reportar un crecimiento del 10.2 %. Con referencia al producto interior bruto (PIB), Piedad Urdinola, directora de la entidad, informó que la tasa de crecimiento anual del PIB para este segundo trimestre alcanzó el 2.1 %, superando el 0.8 % registrado en el primer trimestre y el 0.6 % observado en 2023. En términos de producción, el sector de agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca fue el mayor contribuyente al crecimiento del PIB, aportando aproximadamente la mitad del incremento total, con un 1.0 % del 2.1 %. El sector agropecuario es una realidad, producto de las políticas que se inscriben en el Plan Nacional de Desarrollo, y que, en la visualización del país como productor de materias primas, permiten ver una luz en el horizonte en torno al desarrollo económico y la seguridad

Un primer paso, por parte del gobierno de Gustavo Petro, fue el de reconocer al sector cooperativo como un aliado fundamental para el desarrollo de la economía popular, donde el sector agropecuario es una prioridad. Se dieron necesariamente acuerdos que han contribuido al fortalecimiento del sector cooperativo, con fondos especiales y tasas de interés que permiten la reactivación del sector productivo. Así mismo, en el mes de agosto se previó un apoyo por parte de Fogacoop, que sube a cincuenta millones de pesos la protección para los depósitos, un paso significativo para reforzar la confianza en el sector. Las cooperativas de ahorro y crédito vienen desde el año anterior cumpliendo una labor eficaz y de compromiso con las comunidades, haciendo posible que la reactivación económica y el mejoramiento de la calidad de vida de los campesinos sea una realidad. En este contexto, juega un papel fundamental todo el proyecto de entrega de tierras a víctimas del conflicto, que, según el contador oficial de la reforma agraria, con fecha del 6 de agosto de 2024, registra más de un millón trescientas mil hectáreas gestionadas y entregadas. Este proceso de entrega de tierras cuenta con la presencia del presidente Petro en los diferentes municipios que fueron afectados por la violencia, sembrando, en los rostros de miles de familias, pinceladas de alegría y de esperanza. Sus expresiones están cargadas de gratitud, alegría y reconocimiento a un mandatario que viene haciendo posible el reencuentro con la vida, después de años de olvido y muerte. Crece el amor por sus raíces, cuando sus manos rastrean su tierra para producir y resembrar sus sueños. Esa Colombia renace de la oscuridad.

En este contexto, es importante resaltar la actitud y los hechos del gobierno, en torno a la necesidad del diálogo y la concertación con diferentes sectores económicos, que permiten que se realicen alianzas como la que se adelanta con el Grupo Éxito, quien se compromete a comprar a los campesinos a precio justo, y sin intermediarios, alrededor de 400 000 kilos mensuales. Así mismo, se realizan conversaciones del gobierno con el sector bancario, que propone como una alternativa, en el marco del programa de reactivación económica del gobierno, un gran pacto por el crédito que promueve garantías y capitalización en el sector agropecuario, el cual tendría desembolsos de 21.1 billones de pesos.

Todo, en su conjunto, es una realidad que demuestra que las dificultades son sólo un incentivo que permite fortalecer la voluntad de cambio que promueve el gobierno, frente a la necesidad de consolidar un Estado social de derecho, como lo define el artículo 1.o de la Constitución Política de la República de Colombia de 1991.

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